“Quien entra en un cónclave como papa, lo deja como cardenal”, reza un viejo refrán italiano que advierte sobre los riesgos de apostar por un favorito antes del cónclave, la reunión secreta donde los cardenales eligen al próximo pontífice. Sin embargo, tras la muerte del papa Francisco este 21 de abril a los 88 años, ya suenan nombres de “papables”, es decir, candidatos con posibilidades reales de sucederlo.

Entre los más mencionados está Jean-Marc Aveline, arzobispo de Marsella, conocido por su cercanía ideológica con Francisco, su visión integradora respecto a los migrantes y su enfoque de diálogo con el islam. Aveline, de raíces argelinas y españolas, es un intelectual apreciado y su elección marcaría el retorno de un papa francés tras siglos.

También figura el húngaro Peter Erdö, de perfil conservador pero pragmático, con vasta experiencia en Europa y África. Fue considerado papable en 2013 y es visto como un candidato de consenso.

El maltés Mario Grech, secretario del Sínodo de los Obispos, ha ganado notoriedad por su defensa de las reformas de Francisco. Aunque su giro progresista le ha generado críticas, cuenta con respaldo en varios sectores del Vaticano.

Desde España, Juan José Omella, arzobispo de Barcelona, representa una figura pastoral cercana a los pobres y comprometida con la justicia social. Su papel activo ante los abusos sexuales dentro de la Iglesia española lo ha colocado en el centro del debate.

El italiano Pietro Parolin, actual secretario de Estado del Vaticano, tiene una fuerte carrera diplomática y es visto como un candidato moderado y experimentado. Su elección devolvería el papado a manos italianas.

Desde Asia, el filipino Luis Antonio “Chito” Tagle ha sido llamado “el Francisco asiático” por su visión pastoral y sensibilidad social. Aunque su rol en un escándalo de Caritas Internacional podría pesar en su contra, sigue siendo una figura popular.

En Estados Unidos, Joseph Tobin, arzobispo de Newark, se destaca por su apertura hacia la comunidad LGBTQ+ y su firme respuesta ante casos de abuso. Aunque es poco probable que se elija a un papa estadounidense, Tobin es una figura destacada.

Desde Ghana, Peter Turkson representa la posibilidad de un papa africano. Su experiencia pastoral y en organismos del Vaticano lo convierten en un fuerte contendiente.

Finalmente, el italiano Matteo Zuppi, arzobispo de Bolonia, cercano a Francisco en estilo y pensamiento, podría convertirse en el primer papa italiano en casi medio siglo.

El cónclave aún no tiene fecha, pero las apuestas, las especulaciones y las plegarias ya comenzaron.