En medio del proceso electoral inédito para la integración del Poder Judicial en Puebla, la candidata Esmeralda García Santamaría, aspirante a jueza de distrito especializada en amparo civil, administrativo y laboral, denunció un violento episodio que marcó su campaña, al tiempo que destacó el carácter innovador del nuevo modelo de selección, libre de intervención partidista.
En entrevista con el noticiario Informe 96 de Cadena IN, García Santamaría explicó que busca integrarse al Poder Judicial como candidata número 07 en la boleta amarilla del distrito judicial 1, que abarca la zona norte del estado. “Contiendo a jueza de distrito, en la especialidad de amparo civil, administrativo y de trabajo en juicios federales”, detalló.
Respecto al proceso de elección, calificó como histórico el hecho de que el sistema no esté ligado a intereses políticos. “Es inédito. En realidad, no hay una alineación a ningún partido político, no hay intervención”, sostuvo.
La abogada celebró también que este esquema haya abierto las puertas a perfiles tradicionalmente marginados del sistema judicial: “Participamos personas que provenimos de comunidades originarias y que somos abogados litigantes, académicos, que en otro proceso convencional no hubiera sido posible. El ingreso al Poder Judicial había sido secuestrado. Era el poder más que judicial, el poder familiar”.
Relato de una agresión en su domicilio
Durante la conversación, García Santamaría reveló haber sido víctima de una agresión violenta en su propio hogar, lo que calificó como el episodio más crítico de su vida personal y profesional.
“No sabía si saldría con vida en ese momento”, relató, visiblemente afectada. El incidente ocurrió mientras organizaba una reunión de carácter vecinal, ajena a su candidatura, cuando un individuo ingresó por la ventana y la amenazó directamente.
“Me encañona en la cabeza, me amenaza un sinfín de veces y dice que me reconoce, que estoy como candidata y hace un comentario no muy favorable hacia el tema de los jueces”, explicó.
El ataque, que generó un clima de incertidumbre y temor, fue producto de una persecución policial por un robo. “En realidad, se trataba de la persecución de un robo. El imputado estaba siendo perseguido”, aclaró.
A pesar del trauma, García Santamaría reafirmó su compromiso con la legalidad y su deseo de formar parte del Poder Judicial. “La verdad, yo pensé que no íbamos a salir de ahí”, dijo, pero dejó en claro que no abandonará la contienda: “Estoy firme”.
Su testimonio pone en evidencia tanto los riesgos que enfrentan las y los candidatos a cargos judiciales en este nuevo modelo como la necesidad de garantizar su seguridad y el acceso equitativo a la justicia para todas las comunidades.