La tranquilidad del domingo en el zócalo de la ciudad de vio interrumpida por la manifestación contra la llamada “privatización del agua”.

Los ojos de centenas de turistas que se placeaban en el primer cuadro de la ciudad voltearon hacia los manifestantes, quienes al unísono clamaban por no concesionar el Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado de Puebla (SOAPAP).

Por varios minutos, turistas nacionales y extranjeros, paseantes, novios, pequeños con sus globos o en andadera, interrumpieron su paseo por la avenida Reforma; en algunos casos, hasta para aplaudir al contingente de distintas organizaciones sociales de Puebla.

Hasta las cámaras fotográficas que se dirigían a los adornos navideños desviaron su atención al no faltar el turista que se tomó la foto con la protesta a espaldas, como para llevar un recuerdo de lo que se vive en Puebla.

“Sí es cierto, protestan por lo del agua”, dijo una turista de Morelia, o a su grupo de compañeros que visitaban la ciudad. Y es que había escuchado noticias del asunto poblano hasta su estado.

La interrupción fue corta para la mayoría que visitaba el centro de Puebla; un contingente de más de 500 personas marchó, su entusiasmo contagio a otros por tratar de evitar que el manejo del agua llegue a manos extranjeras, como señalaron los inconformes.

Todo esto sucedió a escasos cuatro días de que se haga oficial el nombramiento de la empresa que manejara a la dependencia descentralizada, que podría pasar a manos japonesas, colombianas, españolas, o posiblemente mexicanas.

La protesta
La marcha inició alrededor de las 11 horas en el afamado reloj del “Gallito”, ubicado en avenida Reforma y 11 Sur, y se formó por integrantes de distintos grupos sociales. Posteriormente, siguieron derecho al primer cuadro de la ciudad; el contingente de protesta tomó por la avenida 9 Sur hasta la 8 Poniente, una de las más transitadas para el transporte público, lo que ocasionó gran caos vial.

Al tomar la 8 Poniente regresaron al primer cuadro de la ciudad por la avenida 3 Norte-Sur, hasta la 5 Poniente, para llegar a la sede del Congreso del estado, pero las puertas estaban cerradas por ser día de asueto.

Así se colocó, sin mayor problema, el primer sello de clausura simbólico, en medio de gritos contra los legisladores, a quienes llamaron “obreros” o “criados” del gobierno de Puebla por haber aprobado las reformas a la Ley del Agua. Posteriormente, avanzaron hasta la 16 de Septiembre, para llegar al zócalo de la ciudad de Puebla, el cual estaba abarrotado de turistas y paseantes.

En el primer automóvil que encabezó la protesta, con unas enormes bocinas en el techo, una mujer al micrófono lanzaba consignas contra la medida de concesionar el servicio de agua potable.

Hizo comparaciones con otros puntos de la República mexicana donde se ha tomado la misma medida, como Cancún y Guadalajara, en estos lugares —aseguraron—las tarifas aumentaron hasta 700 por ciento.

Por lo tanto, hacía invitación a todos los curiosos para unirse a la protesta, ya que todos los poblanos, sin excepción de estratos sociales, saldrían perjudicados por la que llamó “la venta del agua”.

Una niña de escasos cuatro años de edad, disfrazada como una gota de agua con un traje azul, iba hasta el frente de la mano de su madre y posando para todo el que le pusiera una cámara fotográfica enfrente.

Al llegar al palacio municipal, encontraron una leve oposición por parte de elementos de la Policía Municipal, quienes inmediatamente antes de la llegada de la protesta cerraron las puertas del edificio y se apostaron al menos cinco elementos con tolete en mano a cuidar el lugar.

Fue ahí, en el momento en que se pretendía colocar el segundo sello de clausura simbólica, cuando hubo empujones y alguno que otro roce con los uniformados, sin pasar a mayores el problema.

Los manifestantes invitaban a los policías a unirse a la protesta, dejándolos colocar el sello de clausura, ya que les decían que también ellos —como pueblo— serían afectados por la que llamaron “venta del hasta su estado”. Los uniformados hicieron caso omiso.

Una vez colocado el sello de clausura simbólico, el contingente se estacionó por varios minutos frente al palacio municipal, para que una a una de las organizaciones integrantes de la protesta tomara el micrófono.

Así fue como vecinos de San Martín Texmelucan lazaron amenazas contra su ayuntamiento si se atreviera a aprobar en Cabildo la llegada de una empresa a tomar las riendas del Sistema Operador de Agua Potable de aquel municipio.

También, vecinos de la colonia Agua Santa amenazaron con cerrar avenidas principales e impedir incluso la continuación de las obras de la 11 Sur, para hacer oír su voz e inconformidad para pagar el agua a una empresa privada.

Aún con la protesta frente a las puertas del ayuntamiento, metros adelante la vida del zócalo capitalino de Puebla continuó de lo más normal, gente más preocupada en salir bien en la fotografía con el árbol navideño o Catedral a espaldas, que por el futuro del costo agua en Puebla.

Últimos días
En sus últimos días de operación reina una total incertidumbre entre trabajadores en las oficinas del SOAPAP, sobre todo por su futuro laboral y el desfile de extranjeros provenientes de las empresas que pretenden lograr la concesión.

Según fuentes del SOAPAP, a los enviados de empresas japonesas, españolas y sudamericanas, como Colombia y Chile, en reuniones se les dio todos los detalles de la operación de la institución que desaparecerá en el último día de 2013.

De acuerdo con fuentes oficiales, existen 12 empresas interesadas en participar en el concurso, entre ellas compañías nacionales y extranjeras, las que fueron divididas en tres grupos para realizar las visitas a las instalaciones administrativas y operativas del organismo.

Para la licitación las que suenas más fuertes son dos empresas españolas, dos japonesas, una francesa, una colombiana y cuatro mexicanas, entre las que destacan ICA y SIASA.

Todas y cada una cuenta con los nombres de los trabajadores, lo que ganan y su labor, así como su rendimiento, por lo que los extranjeros determinarán a quienes contratarán una vez que empiecen a operar.

Este jueves 12 de diciembre se determinará cuál será la empresa que logra la concesión del órgano que administra el agua potable para la capital y municipios conurbados de la capital del estado.

En tanto, se han realizado diversas reuniones con trabajadores del SOAPAP, a quienes se les ha informado que con la desaparición del organismo a cada uno se les pagará al 100 por ciento, como lo marca la ley.

Incluso, de la boca del director Manuel Urquiza, se les ha señalado a los trabajadores que el 12 de diciembre se les paga aguinaldo y quincena y el 31 de diciembre un bono y la liquidación final, e inmediatamente podrían firmar un contrato con la empresa ganadora de la concesión.

Además, ya se han contratado a 300 trabajadores para el cobro de agua potable para cubrir 2014 durante noviembre, diciembre y enero con las mismas tarifas de este año.

Tres décadas durará la concesión que se otorgue a la empresa que va a financiar y administrar el agua potable en Puebla, según el documento publicado en el Periódico Oficial del Estado el pasado 18 de septiembre

De este modo, la concesión del SOAPAP tendrá la vigencia de 30 años, según las bases que emitió el gobierno del estado para la licitación de este contrato.

Para la operación de este servicio se creará un fideicomiso en el cual participará la empresa que obtenga el contrato, el cual deberá quedar conformado en la víspera de Navidad, para el 24 de diciembre de este año.

Será el 12 de diciembre cuando se dé a conocer el nombre de la empresa que recibirá la concesión, una vez que se concluya la licitación.

En el documento oficial se detalla que este contrato abarcará la prestación de servicio de agua potable, drenaje, alcantarillado, saneamiento y disposición de aguas residuales, así como la ampliación, acondicionamiento, mantenimiento operación y administración de la infraestructura hídrica de la paraestatal.

Fue justamente el 12 de diciembre de 2012 cuando el Cabildo de Puebla aprobó que el SOAPAP firmara convenios de colaboración con diversos ayuntamientos de la zona metropolitana.

Por lo tanto, una vez que se concesione el servicio este contrato abarcaría no sólo a la ciudad de Puebla, sino también a los municipios de Cuautlancingo, San Pedro y San Andrés Cholula, así como Amozoc, en materia de agua potable y alcantarillado.

También cubrirá el servicio de saneamiento de aguas residuales en los municipios de Juan C. Bonilla, San Miguel Xoxtla, Santa Clara Ocoyucan, Coronango y Tlaltenango.