La inflación en México se aceleró más de lo previsto en abril, alcanzando una tasa anual de 3.93%, por encima de la estimación mediana de 3.9% de los analistas encuestados por Bloomberg y del 3.8% registrado en marzo.

Aunque el aumento mantiene a la inflación dentro del rango objetivo del Banco de México (Banxico) —de 3% ±1 punto porcentual—, los analistas consideran que probablemente el banco central mantendrá sobre la mesa un recorte moderado de medio punto en la tasa de interés, en su próxima reunión del 15 de mayo.

La inflación subyacente, que excluye productos volátiles como alimentos y combustibles, también se aceleró a 3.93% desde el 3.64% previo, su nivel más alto desde agosto de 2024. Al interior del índice, las mercancías subieron 3.38% y los servicios 4.56%, destacando aumentos en colegiaturas (5.86%) y vivienda (3.64%). En el rubro de alimentos, bebidas y tabaco, la inflación anual fue de 4.42%.

Por otra parte, el índice no subyacente se moderó a 3.76%, frente al 4.16% del mes anterior. Los precios agropecuarios se desaceleraron a 4.13%, mientras que los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno aumentaron a 2.99%.

México evitó por poco una recesión técnica en el primer trimestre del año, con un crecimiento del PIB de 0.2% respecto al cuarto trimestre de 2024, impulsado principalmente por el sector agrícola. No obstante, persisten incertidumbres sobre el impacto de las políticas arancelarias de Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump, lo que podría afectar las inversiones y exportaciones mexicanas.

Según una encuesta de Citi, los analistas proyectan que la inflación cerrará en 3.8% tanto en 2025 como en 2026, y prevén un modesto crecimiento económico de 0.1% para este año y de 1.5% para el próximo. Para Alberto Ramos, economista en jefe de Goldman Sachs para Latinoamérica, aunque las cifras apoyan la continuidad del ciclo de recortes en la tasa de interés, la lucha por llevar la inflación a la meta aún no ha terminado.