Petróleos Mexicanos (Pemex) confirmó que fue responsable del derrame de hidrocarburos ocurrido hace unos días frente a las costas de Tabasco, el cual ha generado graves afectaciones ambientales y económicas en la región.

La empresa informó que el incidente se originó por dos fugas en un ducto que transporta aceite de la plataforma Akal-C a la terminal marítima de Dos Bocas. Actualmente, se trabaja en la instalación de abrazaderas metálicas para garantizar la hermeticidad del ducto y su pronta operación.

Pemex detalló que parte del crudo derramado alcanzó la costa de la Terminal Marítima Dos Bocas, en el municipio de Paraíso, cubriendo una extensión de siete kilómetros. Las consecuencias ya son palpables: playas contaminadas, pesca suspendida y la muerte de peces, pelícanos y otras especies, además de una severa caída en los ingresos del sector turístico y restaurantero. Como medida preventiva, se izó la bandera negra en algunas playas para restringir el acceso al mar.

Según la compañía, desde que se detectó la fuga, personal especializado realizó labores de limpieza en la zona, las cuales —asegura— concluirán en las próximas horas. Además, se ha iniciado diálogo con las comunidades pesqueras para establecer medidas que permitan reactivar sus actividades lo antes posible.

Pemex notificó del incidente a la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) para coordinar las acciones de remediación. Sin embargo, las comunidades afectadas expresan preocupación por la falta de claridad en los plazos para recuperar los ecosistemas y la economía local.

Cabe señalar que la petrolera tardó cerca de tres días en emitir información oficial sobre el derrame, lo que ha generado críticas y reavivado el recuerdo de otros desastres ambientales protagonizados por la empresa, como la fuga de gas e incendio en julio de 2021 —conocido como el “ojo de fuego”— y el derrame de crudo en Cantarell en 2023, que organizaciones ambientalistas denunciaron pese a los intentos de minimización por parte de Pemex.