El gobierno argentino, encabezado por el presidente Javier Milei, anunció este 14 de mayo una reforma migratoria que endurece significativamente las condiciones de ingreso, permanencia y acceso a servicios públicos para extranjeros en el país.

Las medidas, implementadas mediante un decreto de necesidad y urgencia (DNU), entrarán en vigor en los próximos días, aunque el Congreso tiene la facultad de anularlas si ambas cámaras así lo deciden. 

Entre los cambios más destacados se encuentran:

  • Deportaciones exprés: Se agilizará la expulsión de extranjeros con antecedentes penales, sin importar la gravedad del delito. 
  • Restricciones de ingreso: Se prohibirá la entrada al país a personas con condenas, incluso menores a cinco años.
  • Eliminación de gratuidad en salud pública: Los inmigrantes ilegales y residentes temporales deberán pagar por los servicios de salud públicos.
  • Requisitos financieros para residencia: Se establecerán requisitos económicos más estrictos para obtener la residencia en Argentina.

El vocero presidencial, Manuel Adorni, justificó estas medidas argumentando que las políticas migratorias anteriores "invitan al caos y al abuso de muchos vivos, que lejos están de venir al país de forma honrada".

Además, señaló que el sistema de salud pública ha sido utilizado por extranjeros que acceden gratuitamente a tratamientos e intervenciones quirúrgicas, lo que representa un gasto significativo para el Estado. 

Según datos oficiales, en 2022 casi 2 millones de personas nacidas en otros países residían en Argentina, representando el 4.2% de la población. Las nacionalidades predominantes eran Paraguay, Bolivia y Venezuela.

Estas reformas han generado críticas por parte de organizaciones humanitarias y sectores de la oposición, que las consideran discriminatorias y contrarias a la tradición de hospitalidad de Argentina hacia los inmigrantes.

Sin embargo, el gobierno sostiene que las medidas buscan instaurar orden en un sistema migratorio que, según ellos, había sido desvirtuado por políticas populistas anteriores.

La implementación de estas políticas coincide con la proximidad de las elecciones legislativas en la ciudad de Buenos Aires, donde el partido de Milei busca consolidar su influencia política.