La situación burocrática en el gobierno del estado sigue igual que siempre.
Y para muestra un botón.
La semana pasada, por medio de un reportaje de Intolerancia Diario, se reveló la terrible situación en que se encuentra el jardín de niños Rafael Serrano, ubicado en pleno centro de la ciudad, justo frente al jardín del Carmen.
Pero para las autoridades de la Secretaría de Educación Pública no era nada nuevo, pues desde abril habían sido informados e inclusive hicieron un análisis del edificio, en el cual se comprobó el peligro.
Pero, como siempre pasa, nada se hizo y se dieron largas.
Así trajeron a las maestras y madres de familia, de vuelta en vuelta por la SEP, el CAPCEE y hasta por Protección Civil municipal.
Inclusive la misma regidora del ayuntamiento, Alejandra Domínguez Narváez y autoridades de la SEP, indicaron a padres de familia y maestros que tendrían que aguantarse hasta que hubiera dinero, lo que podría ser hasta el otro año lectivo.
Por eso este medio buscó al secretario de Educación, Luis Maldonado Venegas, para saber de la situación.
Inmediatamente el funcionario reconoció que su gente no lo había enterado del tema, a pesar de que se le giraron constantes oficios de la escuela, pero dio instrucciones a su director del Comité Administrador Poblano para la Construcción de Espacios Educativos (CAPCEE), Diego Corona, para que tomara el asunto en sus manos.
Fue sólo así como el directivo se dignó a hacer acto de presencia en el kínder, donde corren peligro cerca de 150 pequeños de entre 3 y 6 años de edad, sin contar maestras y padres de familia.
Finalmente, el pasado viernes, en menos de cuatro días —desde que se efectuó la primera publicación— se determinó desalojar el inmueble y reubicar a los alumnos.
¿Por qué esperar a que los medios de comunicación aborden los temas para trabajar?, ¿esperaban al “niño ahogado” para tapar el hoyo?, ¿tiene que enterarse o intervenir directamente Luis Maldonado de los asuntos para que se pongan a trabajar?
¿No que todo iba a cambiar?
La invitación
Esta semana el dirigente estatal del Partido Nueva Alianza (Panal), Gerardo Islas Maldonado, abrió las puertas al rector de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP), Enrique Agüera Ibáñez, para una candidatura al Senado.
Y bien podría ser el inicio de una cascada de invitaciones al rector, ya que —como constantemente hemos dicho en este espacio— tiene mucho capital político, por lo que cualquier partido mira con envidia y deseo.
Este tipo de invitaciones demuestran el arrastre político y el posicionamiento del rector.
A partir de su informe de labores ya no sólo se le coloca en la figura de senador, sino que como administrador —y muy bueno, como lo ha demostrado— del ayuntamiento.
En tanto el rector —como lo ha demostrado desde ya hace varios años y elecciones— no escucha el “canto de las sirenas” y sigue trabajando en su proyecto real, que es la universidad.
Lucha por recursos
La Confederación Nacional de Trabajadores Universitarios (Contu), a la que pertenece la Asociación Sindical de Personal Académico de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (ASPABUAP), solicitó a los diputados federales se otorgue el 1.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) a las instituciones de educación superior del país.
El pasado jueves, el secretario general de la ASPABUAP, Gustavo de la Peña Pirrón, en reunión de la Contu explicó que hay la necesidad de otorgar recursos extras a la educación superior que permitan no sólo elevar la calidad de las universidades, sino mejorar los salarios y prestaciones de los trabajadores .
Además, De la Peña Pirrón buscará un aumento de dos dígitos en el salario y mejores condiciones laborales para los agremiados.
Estaremos pendientes.
Burocracia en pleno

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