Con un anuncio histórico, el gobierno de Nueva Zelanda autorizó hoy el uso controlado de psilocibina —el compuesto psicodélico presente en los conocidos “hongos mágicos”— para pacientes con depresión resistente al tratamiento convencional, marcando un hito en la política de salud mental del país.
La normativa, impulsada por el viceministro de Salud, David Seymour, permite que un psiquiatra autorizado, el profesor Cameron Lacey de la Universidad de Otago, prescriba psilocibina bajo estrictos protocolos de registro y seguimiento.
Aunque la sustancia no está aprobada formalmente, la medida constituye una excepción para su uso en tratamientos de depresión severa cuando otros tratamientos han fallado.
Se espera que, con el tiempo, otros psiquiatras puedan obtener autorización para emplearla, siempre bajo vigilancia estricta.
La decisión de Nueva Zelanda se suma a una tendencia internacional: países como Australia (desde 2023), Suiza, Canadá y varios estados de EE. UU. (Oregón, Colorado, Nuevo México) ya permiten el uso medicinal de psilocibina.
Seymour destacó que “Si un médico cree que la psilocibina puede ayudar, debe tener las herramientas para intentarlo”.
El esquema administrado por Cameron Lacey combina una dosis controlada de psilocibina con un acompañamiento psicológico intensivo, evaluado con éxito en estudios clínicos previos.
Los tratamientos similares en otros países reportan resultados prometedores, con mejoras significativas en pacientes que no respondieron a terapias convencionales.
Aún no se ha establecido una fecha para la disponibilidad a nivel nacional, ni se ha definido si este tratamiento será parte del sistema público o solamente privado.
Medsafe también anunció que planea facilitar la venta de melatonina sin receta, complementando su estrategia de ampliar opciones terapéuticas.
Nueva Zelanda se convierte en líder regional al aprobar oficialmente el uso terapéutico de la psilocibina para tratar la depresión resistente.