Los tres hermanos, choferes del transporte público, confirmaron que fueron golpeados, humillados y encañonados por los guardias de seguridad del secretario privado del gobernador Rafael Moreno Valle, Pablo Pérez García.
Los hechos se registraron el pasado miércoles tras un accidente vehicular entre el automóvil del funcionario público, manejado por su chofer y el microbús de la ruta 46 conducido por Francisco Javier Bolaños Reynoso en el bulevar 5 de Mayo y 6 Norte. El percance sacó de sus casillas al secretario privado del gobernador, quien solicitó ayuda inmediata de los escoltas del gobierno del estado para resolver el asunto vial a golpes con los transportistas, relataron los hermanos a Intolerancias Diario en entrevista.
Sin embargo, al parecer la culpa del accidente la tuvo el automóvil Jetta 2003 con placas de circulación TWN4545, en el que circulaba Pérez García, lo que se comprobó al pagar 500 pesos por los daños del percance varias horas y golpes después. Luego del accidente, Francisco Javier llamó a sus hermanos —también choferes de la misma ruta— para que lo apoyaran en el percance, lo que provocó una fuerte movilización de “guaruras”.
Al llegar sus dos hermanos fueron inmediatamente sometidos a golpes, encañonados con sendas pistolas por los policías ministeriales adscritos como guardias de seguridad. Incluso al lugar llegó una camioneta de lujo Suburban de color dorado con vidrios ahumados, placas TUV6496, de donde bajaron más escoltas o policías ministeriales para someter a los tres conductores.
Los choferes fueron golpeados por los escoltas, quienes con palabras altisonantes los amenazaban de que no sabían con quien se metían, encañonándolos y poniéndole una pistola en la sien a uno de ellos. Pero también trataron de humillarlos al hacer que se hincaran a pedirle perdón a Pérez García por “haberlo agraviado” en el accidente sin soltar las pistolas de sus manos, señalaron los choferes.
Fue gracias a una denuncia por parte de vecinos del lugar del percance que dieron aviso a la Policía municipal, quienes llegaron con sirena abierta, como se fueron los escoltas sin ser detenido uno solo. Posteriormente, el conductor, el secretario privado del gobernador y los tres choferes fueron llevados a la comandancia de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPTM), donde finalmente el funcionario público pagó 500 pesos por el golpe al microbús.
Cabe destacar que el gobierno del estado, por medio de su vocero Sergio Ramírez —en una carta aclaratoria— aseguró que jamás fueron golpeados los choferes como lo reveló el director de este medio, Enrique Núñez en su columna Contracara.
“Los hechos quedaron registrados por elementos de seguridad pública del ayuntamiento en donde las partes llegaron a un acuerdo.
”El conductor de la unidad de la ruta 46, Francisco Javier Bolaños Reynoso, suscribió con su puño y letra no reclamar daño alguno y haber recibido 500 pesos por los perjuicios causados a su vehículo, sin mencionar ninguna agresión o situación similar.
”Me permito adjuntarle una copia del acuerdo a que llegaron las partes para que sus lectores estén bien informados. Lamento que, una vez más, quien lo informó le haya dado datos falsos”, señala el comunicado.
Sin embargo, lo dicho por los afectados es muy distinto a lo señalado oficialmente por el gobierno del estado.
Los testimonios
Jorge Bolaños Reynoso, uno de los hermanos de Francisco Javier, relató a Intolerancia Diario el miércoles fatídico en el que aseguró estuvieron sus vidas en peligro.
“Acudimos al llamado de mi hermano para ver el accidente, fue al subir al microbús a preguntar que cómo nos íbamos a arreglar, cuando el señor voltea y le suelta un puñetazo a mi hermano —Rolando— y le dice que ‘qué chingados le importaba’.
”Entonces, mi hermano trata de defenderse, no sabíamos que eran escoltas o policías, no sabíamos nada de eso, saca un arma el sujeto de su gabardina, trae un chaleco y saca su pistola, corta cartucho y se la pone en la sien.
”Le dice que ya ‘valiste madre y te va a cargar la chingada no sabes con quién te metes’, yo le dije ‘ora que’, cuando de repente de una camioneta tipo Suburban color oro bajaron como diez personas las que me subieron al microbús.
”Uno me agarró por atrás mientras un escolta alto, güero, nos pegaba por atrás por donde caía, nos pegaba como si estuviera loco pero con pistola en mano los demás para que no nos moviéramos, para que no dijéramos nada.
”Yo entonces le grite a uno de Tránsito ‘vean ustedes cómo nos están pegando’, pero no hicieron nada, hasta que pasaron el reporte al agente de Peritos para llevarse las unidades al corralón.
”Las gentes de ahí, los vecinos se alarmaron y al parecer fueron ellos quienes llamaron a la Policía municipal, que acudieron al llamado y al ver que sonaban las sirenas estas personas corrieron al centro comercial City Club para esconderse, ahí se perdieron.
”Fue como nos salvamos, llegaron peritos y los agentes le informaron lo que había pasado.”
—¿Quiénes se quedan?
—Se queda el copiloto, el chofer (del Jetta) se va con los demás y llegamos a Peritos, pero piden al chofer a fuerza porque lo identifican como el copiloto; se hace llamar Pablo Pérez García el copiloto.
”Llegando al sector uno trata de negociar (Pérez García) con nosotros porque dice que no le conviene y manda a traer a sus compañeros, llega un compañero que dice que nos va a pagar sólo el golpe.
”Pero el daño moral dicen que no nos van a pagar que le hagamos como quiera que ellos son funcionarios públicos y que no les van a hacer nada. Nada más pido eso, que si nos llega a pasar algo a mí o a mi familia vamos sobre de ellos porque ellos dijeron que no se iban a quedar con ese rencor que no pudieron sacar hacia nosotros, porque querían a fuerza que les pagáramos porque eran funcionarios públicos.
”Nos dan los 500 pesos, pero no es el monto de lo que causó el daño, los agarramos porque no queríamos más problemas, nos amenazaron de que si no agarrábamos el dinero iba a llegar no sé quién y nos iba a ir peor.
”Le dijeron a nuestra abogada que hiciera lo que quisiera, que si quería proceder que lo hiciera pero que no les iban a hacer nada, que son funcionarios públicos del gobierno y que no les iban a hacer nada.
”Le hacemos un llamado público al gobernador para que él, que dice que está ‘limpiando la ciudad’ (…) queremos que haga justicia a nosotros y si nos llega a pasar algo, hacemos responsable al gobernador por tener esos funcionarios incompetentes.
”Si eso es para guardar la seguridad de la ciudadanía, mejor que pongan ladrones a cuidarnos, son policías ellos. Mejor que nos pongan ladrones a que nos cuiden.”
También Rolando Bolaños Reynoso, hermano de Francisco Javier, relató a Intolerancia Diario de los momentos de angustia que vivió, todo por un percance vial.
—¿Cómo empezó todo?
—Me comentó mi hermano (Francisco Javier) que tuvo un percance en el bulevar, entonces me fui a alcanzarlo, cuando llegue a ayudarlo, los señores se subieron al microbús y nos amenazaron con las armas y cortaron cartucho.
”Me preguntaron que quién era yo, qué que quería ahí, les dije que iba a ver lo del choque, pero (los guaruras) comenzaron a golpearme con la pistola y amenazarme de muerte.
”Llegaron policías ministeriales, pero ni nos detienen, llegaron directo a golpear, estaban agentes de Tránsito pero se fueron y ni caso hicieron hasta que llegó Peritos.
”Me hincaron para que le pidiera perdón al secretario, me pedían que me hincara, me dieron un cachazo en la sien.”
—¿En qué momento se arreglan?
—Ya que fuimos al sector con los peritos, los policías que nos golpearon se fueron cuando llegó la Policía municipal. El que se quedó fue el que decía que era el secretario del gobernador, Pablo Pérez García.
”No denuncie por las amenazas que me hicieron que me iban a matar a mí y a mi familia, entonces preferí no denunciar.
—¿Y ahora por qué hablar?
—Porque es la prensa, para que salga a la luz y haya protección con mi familia.
La petición
Los afectados pidieron no ser fotografiados por temor a represalias, solo mostraron a la cámara un golpe en la cabeza el cual aún estaba hinchado tras más de 24 horas, por lo que indicaron que aún pensaban denunciar los hechos, incluso a la Comisión Estatal de Derechos Humanos. “Es que sabemos que son los mismos, ni nos van a hacer caso y nos pueden seguir madreando.”
Confirman la agresión de guaruras de Casa Puebla
El chofer golpeado y sus hermanos narran la historia de la agresión
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Jorge Castillo es un periodista poblano con 22 años de experiencia, especializado en temas de transparencia. Ganador del Premio Estatal de Periodismo en dos ocasiones por sus investigaciones que revelaron la compra irregular de helicópteros por el gobierno del ex gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, y la estafa de saneamiento de agua en el estado.