La actual administración municipal, encabezada por Alejandro Barroso Chávez, reveló públicamente que la primera intervención realizada en el relleno sanitario de Santa María Coapan —durante el gobierno anterior— fue ejecutada de manera irregular y carente de criterios técnicos adecuados.

Dicha situación que derivó en el rechazo formal por parte de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).

En conferencia de prensa, Barroso Chávez denunció que su gobierno recibió un proyecto “mal hecho, sin sustento legal ni técnico”, lo que no solo generó un riesgo ambiental, sino que también representó un desperdicio de recursos públicos.

“Nos dejaron un problema mal atendido, con trabajos que no cumplían con los requerimientos mínimos, y eso fue confirmado por Profepa. No se trató de un error menor, fue una omisión grave”, señaló.

Ante esta situación, la Contraloría Municipal ya inició un procedimiento administrativo en contra de exfuncionarios implicados en esa obra, así como de la empresa responsable, cuyo domicilio fiscal actualmente se encuentra ilocalizable.

El edil recalcó que no habrá tolerancia a actos de negligencia ni encubrimientos: “No vamos a ser cómplices del pasado. Aquí se investiga y se actúa con responsabilidad”.

Barroso también presentó documentos oficiales emitidos por Profepa, entre ellos el aval al nuevo Proyecto Ejecutivo de Remediación, minutas de trabajo conjunto y un inédito estudio general de daño ambiental, el primero que se realiza sobre este sitio.

A diferencia del manejo anterior, explicó, su gobierno ha dado pasos firmes hacia una solución integral y validada por las autoridades ambientales federales.

Actualmente, las labores de remediación —iniciadas en diciembre pasado— se enfocan en contener el riesgo por lixiviados, sustancias tóxicas generadas por la descomposición de residuos que amenazan con contaminar el subsuelo y los mantos acuíferos.

“Lo que estamos haciendo ahora es serio, transparente y técnicamente supervisado. Ya no se trata de simular”, apuntó.

El edil también respondió a las críticas de un grupo de ciudadanos de Santa María Coapan que, acompañados por representantes de Greenpeace, solicitaron el saneamiento total del lugar. Barroso aclaró que durante su visita al Palacio Municipal no hubo agresiones, como señalaron algunos activistas, y que existen testimonios de medios de comunicación presentes que lo confirman.

Sin embargo, lamentó que algunos integrantes de la comisión no hayan permitido una comunicación abierta. “No hay nada que esconder. Pero tampoco se puede dialogar cuando no hay disposición a escuchar”, dijo.

El relleno sanitario de Coapan ha sido foco de controversia durante años debido a su impacto ambiental, agravado por años de omisión y simulación administrativa.

Por ello, Barroso subrayó que su administración no solo está corrigiendo lo heredado, sino estableciendo un modelo de intervención sustentado en la legalidad, la técnica y la vigilancia ciudadana.

“Lo que estamos haciendo hoy en Tehuacán es lo que no se quiso hacer durante años: enfrentar un problema con seriedad, asumir responsabilidades y actuar con transparencia. Porque la omisión también es una forma de corrupción, y nosotros no vamos a repetir esa historia”, concluyó.