Más de 27 mil personas han sido evacuadas en las provincias canadienses de Manitoba, Saskatchewan y Alberta debido a una intensa temporada de incendios forestales que ha consumido cerca de un millón de hectáreas.
El humo generado por estos incendios ha cruzado la frontera, deteriorando la calidad del aire en varios estados del medio oeste de Estados Unidos, incluyendo Iowa, Minnesota, Wisconsin y partes de Michigan.
Las condiciones climáticas extremas, como altas temperaturas y sequías prolongadas, han intensificado los incendios, con más de 200 focos activos, de los cuales más de la mitad están fuera de control.
El primer ministro de Manitoba, Wab Kinew, describió la situación como "la mayor evacuación en la memoria reciente" de la provincia.
Las autoridades canadienses y estadounidenses han emitido alertas de calidad del aire, instando a la población a tomar precauciones para proteger su salud ante la exposición al humo.
Se espera que las condiciones climáticas continúen siendo desfavorables en los próximos días, lo que podría agravar la situación y aumentar el número de evacuados y las áreas afectadas por el humo.