Un estudio reciente publicado en la revista Nature Climate Change revela que el 10% de la población mundial con mayores ingresos ha sido responsable de aproximadamente dos tercios del calentamiento global observado desde 1990.

Esta investigación destaca la desproporcionada contribución de las personas más ricas al cambio climático, en contraste con las poblaciones más pobres que sufren sus consecuencias.

La investigación, liderada por la analista climática Sarah Schöngart, utilizó datos de emisiones basados en la riqueza e integrados en modelos climáticos para cuantificar la relación entre la desigualdad de ingresos y el deterioro climático.

Los resultados indican que el 10 por ciento más rico, definido como aquellos con ingresos superiores a 42,980 euros anuales, ha contribuido significativamente al aumento de las temperaturas globales. Además, el 1% más rico es responsable del 20% del calentamiento global, mientras que el 0.1% más acaudalado contribuye con el 8%.

El estudio también señala que si las emisiones globales hubieran sido equivalentes a las del 50% más pobre de la población, el aumento de la temperatura global habría sido mínimo.

Esto resalta cómo los estilos de vida y las inversiones excesivas de las personas más ricas intensifican los eventos climáticos extremos en regiones más vulnerables, especialmente cerca del ecuador.

Ante estos hallazgos, los autores del estudio abogan por políticas climáticas específicas, impuestos sobre la riqueza y financiamiento climático para abordar este desequilibrio y fomentar un apoyo público más amplio para acciones climáticas equitativas.

La investigación surge en un contexto donde la financiación para esfuerzos de adaptación global enfrenta resistencia en las naciones más ricas.