Este Jueves Santo, el papa Francisco acudió a la cárcel romana de Regina Coeli para celebrar con un grupo de reclusos, en una tradición que ha mantenido desde el inicio de su pontificado en 2013. A pesar de estar aún convaleciente tras una larga hospitalización por una neumonía bilateral, el pontífice de 88 años llegó poco antes de las 15:00 horas a la penitenciaría, ubicada en el barrio de Trastevere, cerca del Vaticano.
El Vaticano no había confirmado previamente su participación, pues dependía del estado de salud del Papa, quien fue dado de alta el pasado 23 de marzo tras permanecer 38 días internado. Francisco fue recibido por la directora del penal, Claudia Clementi, y otros miembros del personal, antes de sostener un encuentro con unos 70 presos, según informó la Santa Sede.
Esta visita se suma a una larga lista de celebraciones similares en diversos centros, como la prisión de menores de Casal del Marmo (2013 y 2023), la cárcel de Rebbibia (2015 y 2024) y la de Civitavecchia (2022).
Aunque el Papa ha retomado algunas actividades —como la audiencia de ayer con personal del hospital Gemelli— no participará en todos los ritos de la Semana Santa. Ha delegado algunas ceremonias en cardenales, como el Vía Crucis del Viernes Santo que presidirá Baldassare Reina. Sin embargo, los textos y meditaciones de esos actos han sido redactados por él mismo.