El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, expresó su preocupación por el avance del programa nuclear iraní, afirmando que el país "no está lejos" de adquirir la capacidad para fabricar un arma nuclear.
Estas declaraciones se produjeron antes de su visita a Teherán para discutir el tema con autoridades iraníes.
En una entrevista con el diario francés Le Monde, Grossi comparó la situación con un rompecabezas, indicando que Irán posee las piezas necesarias y que, aunque aún no las ha ensamblado, está cerca de hacerlo.
Según informes del OIEA, Irán ha enriquecido uranio hasta un 60% de pureza, acercándose al 90 por ciento requerido para uso armamentístico y superando ampliamente el límite del 3.67% establecido en el acuerdo nuclear de 2015.
Estas declaraciones se producen en un contexto de tensiones renovadas entre Irán y Estados Unidos. Ambos países tienen previsto reunirse en Roma para una segunda ronda de negociaciones sobre el programa nuclear iraní.
Sin embargo, el ministro de Exteriores iraní, Abbas Araghchi, ha declarado que el enriquecimiento de uranio "no es negociable", complicando las posibilidades de alcanzar un acuerdo.
La comunidad internacional observa con atención estos desarrollos, ya que un avance en la capacidad nuclear de Irán podría alterar el equilibrio geopolítico en Oriente Medio y desencadenar nuevas tensiones en la región.