La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, aseguró este miércoles que Kilmar Ábrego García, el salvadoreño deportado por error a su país de origen, "no regresará" a territorio estadounidense.
Esta declaración contradice directamente la orden de la Corte Suprema, que instruyó al gobierno de Donald Trump a facilitar su retorno.
Bondi justificó su postura citando al presidente de El Salvador, Nayib Bukele, quien durante una visita a la Casa Blanca afirmó que no enviaría de vuelta a Ábrego García.
Según la fiscal, la interpretación de la administración Trump sobre la orden del Supremo se limita a ofrecer recursos para la repatriación, pero al no haber una solicitud formal de El Salvador, consideran que su responsabilidad ha concluido.
Ábrego García fue deportado en marzo como parte de las políticas migratorias del gobierno estadounidense, a pesar de contar con un estatus de protección temporal otorgado en 2019 por un juez, debido a los riesgos que enfrentaba en su país de origen. Actualmente, se encuentra detenido en una prisión de alta seguridad en El Salvador.
La jueza federal Paula Xinis ordenó su repatriación, pero la administración Trump apeló la decisión ante el Tribunal Supremo, que finalmente falló a favor de Ábrego García.
Sin embargo, las autoridades estadounidenses han mostrado reticencia a cumplir con el fallo, argumentando limitaciones en su jurisdicción y competencias en asuntos exteriores.
Este caso ha generado un intenso debate sobre la separación de poderes y el respeto a las decisiones judiciales en el contexto de las políticas migratorias del país.