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Mientras que el gobierno del estado de Puebla “afina” las estrategias para combatir a las mafias que se dedican a los asaltos (principalmente cuentahabientes), en la ciudad de Puebla y sus alrededores se han registrado, del viernes 20 al sábado 21 de abril, al menos siete ejecuciones donde las víctimas han sido decapitadas, incineradas, ejecutadas con disparos de arma de fuego y hasta golpeadas con objetos contundentes, sin que las autoridades correspondientes hayan hecho algún pronunciamiento para informar que está ocurriendo.
Todas estas ejecuciones han sido ocultadas por la Procuraduría General de Justicia (PGJ), pero han salido a relucir por reportes ciudadanos que luego obligan a la dependencia a reconocer las muertes y en ninguno de los casos cuentan con información suficiente como para iniciar investigaciones de los casos donde sólo se dice que los responsables podrían ser miembros del crimen organizado, pero sin señalamientos directos, sólo para “salir del paso”.
El domingo 21 de abril trascendió que habían sido identificados los dos hombres hallados la mañana del sábado 20 cerca del paraje Tecorral, en el rancho Tecoxóchitl, de los Ángeles Tetela, ejecutados con un disparo de arma de fuego en la cabeza, tratándose de chóferes de Coatzingo Veracruz y de Venustiano Carranza, de quienes desde el miércoles pasado sus familiares habían perdido contacto.
Ayer mismo la PGJ informó el hallazgo de los cuerpos levantados a las 14:45 horas del sábado, dijo que ambos habrían fallecido como consecuencia de disparo de arma de fuego en la cabeza cada uno, por lo que dio entrada a la averiguación previa 37/2013/AEHOMM, pero omitió que habían sido identificados, que tendrían como móvil el robo de productos de Pemex y que gente del crimen organizado podría estar implicada.
Cerca de donde fueron hallados los cuerpos de los chóferes los investigadores ubicaron y aseguraron cartuchos usados del calibre 9 milímetros que fueron enviados a la Dirección de Servicios Periciales, para que sean analizados.
Ejecuciones
La madrugada del sábado 20 de abril tres hombres armados ingresaron por la fuerza a la casa de René Garrido Rocha, presidente municipal de El Verde, que pertenece a San Martín Texmelucan, para apoderarse de sus valores; lo golpearon en la cabeza, con un palo o bat de beisbol, provocándole una muerte por traumatismo craneoencefálico.
Se dijo que a las 5:30 horas el agente del Ministerio Público de Texmelucan, el de Homicidios, así como el de Huejotzingo acudieron a la casa ubicada en calle Nunó 3, para dar inicio a las primeras investigaciones. El director de la Policía Ministerial del Estado (PME) también estuvo presente.
Al respecto del violento crimen se abrió la averiguación previa 036/2013/AEHOM. Se dijo que los asesinos atacaron al funcionario público frente a su familia, aunque no se dieron detalles.
El viernes 19 de abril, en calle San Jorge y 17 Sur de la unidad habitacional San Juan Bosco fue hallado por vecinos el cuerpo de un hombre desconocido, que presentaba severas quemaduras, con el rostro desfigurado y que sólo llevaba puesto un pantalón tipo bermuda. El cuerpo del desconocido fue llevado a las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo), en espera de que sea identificado y que el médico legista se hiciera cargo de practicarle la necropsia para conocer las causas de su muerte.
El mismo viernes la Agencia de Homicidios del Ministerio Público tomó conocimiento de otros dos crímenes.
En el camino al relleno sanitario, de manera específica en la avenida Canela y la diagonal Fernando Solana de la colonia Santa Catarina, fue hallado un hombre de entre 30 y 35 años de edad, quien presentaba la cabeza aplastada por una piedra que se encontraba a unos metros.
El occiso vestía una chamarra negra y un short azul, sin ninguna identificación; el cuerpo fue trasladado al Semefo.
El otro cuerpo se encontraba en la esquina de 6 Sur y 21 Oriente, de San Francisco Totimehuacán con dirección al Parque Bicentenario.
Se trataba de restos óseos completos que llevaban puesto una chamarra de franela, un pantalón de mezclilla, camisa a cuadros de color verde, chaleco verde con naranja y un tenis. Se desconocen las causas de su muerte.
Hasta el momento la PGJ y la Secretaría de Seguridad Pública del Estado no han informado si estos hechos son aislados o por la presencia directa del crimen organizado.
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