Luego de meses marcados por la incertidumbre derivada de la política arancelaria de Estados Unidos y la desaceleración de la economía global, la actividad económica en México continúa debilitándose. Así lo anticipa el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE), el cual estima una contracción anual de 0.2 por ciento para marzo de 2025.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), este retroceso es resultado de una caída de 0.3 por ciento en las actividades del sector secundario —es decir, la industria—, compensada parcialmente por un ligero crecimiento de 0.3 por ciento en el sector terciario, correspondiente a los servicios.

“Para marzo de 2025, el IOAE estima un descenso anual de 0.2 por ciento en el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE). Por grupos de actividad económica, se espera una baja anual de 0.3 por ciento en las secundarias y un incremento de 0.3 por ciento en las terciarias. Las estimaciones incluyen intervalos de confianza al 95 por ciento y corresponden a cifras desestacionalizadas”, señaló el Inegi en su reporte más reciente.

En términos mensuales, el panorama tampoco muestra señales claras de recuperación: el IGAE se mantendrá sin cambios respecto a febrero, con un crecimiento de apenas 1.1 por ciento. Sin embargo, dentro del desglose se anticipa una contracción de 0.1 por ciento en el rubro de servicios, que en el segundo mes del año había mostrado un avance de 0.5 por ciento.

Esta tendencia a la baja viene arrastrándose desde finales de 2024. De acuerdo con el Banco de México (Banxico), fue en el cuarto trimestre del año pasado cuando se evidenció una contracción significativa de la economía, con retrocesos en los tres grandes sectores: primario, secundario y terciario. “De este modo, en 2024 en su conjunto la economía mostró atonía. El crecimiento de 1.5 por ciento en 2024 representa una marcada desaceleración en relación con los incrementos de 3.7 por ciento y 3.3 por ciento en 2022 y 2023, respectivamente”, señaló el banco central.

A esta lectura se suma la perspectiva del Fondo Monetario Internacional (FMI), que también recortó su pronóstico para la economía mexicana en 2025, proyectando una contracción de 0.3 por ciento. No obstante, prevé una posible recuperación hacia 2026, con un crecimiento estimado de 1.4 por ciento.

Los datos revelan que la economía nacional atraviesa un periodo de enfriamiento, sin motores claros de crecimiento a corto plazo, y con sectores clave como la industria y los servicios mostrando señales de debilidad.