La automotriz japonesa Honda planea reubicar una parte significativa de su producción de vehículos desde México y Canadá hacia Estados Unidos, con el objetivo de fabricar localmente el 90 por ciento de los automóviles que vende en el mercado estadounidense.
Esta decisión responde a la reciente imposición de un arancel del 25 por ciento a los vehículos importados, anunciado por el presidente Donald Trump.
Según informes, Honda incrementará su producción en EE.UU. hasta en un 30 por ciento durante los próximos dos a tres años.
Como parte de esta estrategia, la compañía trasladará la fabricación del modelo CR-V desde Canadá y del HR-V desde México hacia plantas estadounidenses.
Además, la producción de la próxima generación del Civic híbrido, inicialmente prevista para comenzar en Guanajuato en noviembre de 2027, se llevará a cabo en Indiana a partir de mayo de 2028.
Actualmente, aproximadamente el 40 por ciento de los vehículos que Honda comercializa en EE. UU. provienen de México y Canadá.
La empresa considera que la imposición de aranceles podría aumentar significativamente los costos de exportación hacia su principal mercado.
En caso de que la producción en Indiana no satisfaga la demanda, Honda evaluará la posibilidad de importar vehículos desde países no afectados por los aranceles.
Esta reestructuración refleja cómo los fabricantes de automóviles están adaptando sus estrategias de producción ante cambios en las políticas comerciales.
Honda aún no ha emitido un comunicado oficial sobre estos planes, pero la medida subraya la creciente presión sobre las automotrices para ajustar sus operaciones en respuesta a las nuevas condiciones del mercado.