Tesla ha detenido la recepción de nuevos pedidos para sus modelos Model S y Model X en China, según informaron fuentes de la empresa.

Esta decisión se produce en medio de crecientes tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, que han resultado en aranceles significativos sobre productos importados. ​

Recientemente, China incrementó los aranceles sobre bienes estadounidenses del 84 al 125 por ciento en respuesta a los aumentos arancelarios de Estados Unidos, que alcanzaron el 145 por ciento.

Estas medidas han encarecido considerablemente los vehículos importados desde Estados Unidos, afectando la competitividad de modelos como el Model S y el Model X en el mercado chino.

Tesla continúa produciendo los modelos Model 3 y Model Y en su planta de Shanghái, lo que les permite eludir los aranceles adicionales y mantener su competitividad en el mercado local.

Sin embargo, la suspensión de pedidos para los modelos importados subraya el impacto de las disputas comerciales en las operaciones internacionales de la compañía. 

Elon Musk, CEO de Tesla, ha expresado previamente su oposición a los aranceles, abogando por un comercio libre y sin barreras. En mayo de 2024, Musk declaró: "Ni Tesla ni yo pedimos estos aranceles. En general, estoy a favor de que no haya aranceles". ​

La situación actual refleja las complejidades y desafíos que enfrentan las empresas globales en un entorno de crecientes tensiones comerciales entre las principales economías del mundo.