La incertidumbre económica, tanto a nivel nacional como internacional, mantiene a México en una posición frágil frente al crecimiento de su Producto Interno Bruto (PIB) en 2025. De acuerdo con estimaciones del Grupo Financiero Banorte, el país podría registrar una contracción de 1.3% en su actividad económica durante el segundo trimestre del año, en comparación con el mismo periodo de 2024.
El pronóstico llega después de que se anticipara un crecimiento prácticamente nulo en el primer trimestre del año. Analistas señalan que el desempeño económico estará marcado por la evolución de la relación bilateral con Estados Unidos, la implementación del denominado Plan México, y otros factores clave como la política monetaria, la situación fiscal tras los Pre-Criterios, el proceso electoral en el Poder Judicial y la desaceleración local.
Para el cierre de 2025, Banorte espera un crecimiento económico marginal de apenas 0.5%, por debajo del 0.6% proyectado por el Banco de México, aunque por encima del 0.3% previsto por analistas encuestados por Citi.
“El entorno internacional ha llevado a nuevas revisiones a la baja en los estimados de crecimiento, a pesar de que el riesgo arancelario ha sido más contenido en comparación con otros países”, se lee en un informe de Banorte.
Aunque México ha evitado los aranceles recíprocos que impuso la Administración de Donald Trump a otras naciones, aún persisten tarifas sobre exportaciones clave como acero, aluminio, autos y autopartes que no cumplen con los requisitos del T-MEC.
Mauricio Guzmán, Head Regional de Estrategia de Inversión en SURA Investments, descartó un escenario de recesión, pero reconoció un entorno de bajo crecimiento. “Lo ocurrido el 8 de abril demuestra que la economía mexicana mantiene fundamentos saludables, aunque las expectativas de crecimiento se hayan deteriorado”, afirmó.
En este contexto, los consumidores y las empresas adoptarán una postura más conservadora, limitando el gasto y la contratación de personal, lo que podría reflejarse en menores utilidades y dinamismo.
Por su parte, Joaquín Barrera, director de Renta Fija e Inversiones, opinó que los aranceles son herramientas de negociación política de EE. UU., pero no serán permanentes, ya que “afectarían severamente a la economía estadounidense y global, propiciando un escenario de estanflación”.
Finalmente, Alejandro Díaz, subdirector de Asset Management en Skandia México, sugirió que el Plan México podría mitigar parcialmente la desaceleración, al fomentar el consumo interno y reducir la dependencia económica de Estados Unidos. Además, el país sigue teniendo un margen importante para negociar mejores condiciones dentro del T-MEC y evitar mayores afectaciones por aranceles.