El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció una suspensión de 90 días en la aplicación de aranceles a todos los países que han iniciado negociaciones comerciales con su administración, con excepción de China, a la cual incrementó las tarifas al 125 por ciento.
A través de su plataforma Truth Social, Trump justificó el aumento de aranceles a China señalando una "falta de respeto hacia los mercados mundiales" por parte del gigante asiático. Expresó su esperanza de que China comprenda que "la época de estafar a EE.UU. y a otros países ya no es sostenible ni aceptable".
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, respaldó la decisión, indicando que añade certidumbre en un momento inestable y reafirmó la disposición de Estados Unidos para negociar con los 75 países que han mostrado interés en el diálogo. Advirtió que si China continúa aumentando los aranceles en respuesta, el país más afectado sería el suyo propio.
Los mercados financieros reaccionaron positivamente al anuncio. El índice Standard & Poor’s 500 registró un alza del 6%, el promedio industrial Dow Jones subió un 5.17% y el Nasdaq Composite creció hasta un 8%.
Empresas previamente afectadas por la guerra comercial, como Apple, Nvidia y Walmart, lideraron la recuperación con incrementos significativos en sus acciones.
Esta medida se produce en un contexto de crecientes tensiones comerciales entre EE.UU. y China, marcadas por una serie de represalias arancelarias mutuas que han generado preocupación sobre una posible recesión global y disrupciones en las cadenas de suministro.