El expresidente y actual candidato republicano Donald Trump lanzó una nueva advertencia a la industria farmacéutica: impondrá aranceles a los medicamentos si las compañías no repatrian su producción a Estados Unidos.
Durante una gala de recaudación de fondos para legisladores republicanos, Trump afirmó que su administración anunciará pronto un “importante arancel” sobre productos farmacéuticos.
Aunque no dio detalles específicos, señaló que la medida tiene como objetivo reactivar la fabricación nacional y reducir la dependencia del extranjero.
“Una vez que hagamos eso, volverán corriendo a nuestro país, porque somos el gran mercado”, dijo Trump, reiterando su estrategia de presionar a las industrias mediante políticas proteccionistas.
El anuncio generó reacciones inmediatas en los mercados. Un índice de empresas europeas de atención médica cayó a su nivel más bajo en dos años y medio, con pérdidas significativas para gigantes como AstraZeneca, Novo Nordisk y Roche.
Analistas advierten que las empresas con márgenes de ganancia más bajos, como Bristol-Myers Squibb, Pfizer y Sanofi, podrían enfrentar el mayor impacto si se concretan los aranceles.
Trump ha justificado su postura bajo el argumento de que, en situaciones críticas como guerras o emergencias sanitarias, EE.UU. necesita garantizar la producción local de productos esenciales como medicamentos y acero.
Esta no sería la primera vez que Trump recurre a la imposición de aranceles sectoriales. Durante su mandato, aplicó tarifas del 25 por ciento al acero, aluminio, automóviles e inició el proceso para hacerlo también con el cobre.
La amenaza sobre el sector farmacéutico se suma a una lista de sectores en la mira, como la madera y los semiconductores.
Hasta el momento, la administración no ha iniciado formalmente la investigación necesaria para activar los aranceles bajo la Sección 232, pero la advertencia ya ha generado tensiones económicas y comerciales a nivel global.