Ante la proximidad de la revisión salarial exigida por sindicatos como el Sitiavw y Audi de la firma alemana Volkswagen, acompañada por otros varios gremios que este 2025 definirán también su nuevo salario, el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Puebla, Francisco Javier Martínez Castillo, subrayó que no únicamente se trata de tener un buen ingreso, sino de arropar todos los aspectos de la dignidad humana de los trabajadores.

Monseñor espera que las negociaciones entre los sindicatos y los patronos concluyan de una forma positiva para la fuerza laboral y para las empresas. Insistió que un salario digno refleja estabilidad para las familias de los trabajadores.

Lamentó que existen algunos dueños de empresas que siempre quieren condicionar el incremento, amenazando y presionando al trabajador, pero en la realidad no incrementa el salario, únicamente la carga laboral.

Refrendó que el trabajo es un derecho fundamental de la persona, pero en varios lugares nunca toman en cuenta la dignidad y, en contraparte, se aprovechan el panorama económico y violento.

"Ya celebramos la fiesta de la Santa Cruz en nuestro país tiene una connotación muy importante con la vida del trabajador de la construcción; no perdamos de vista que el trabajo a pesar de ser un derecho fundamental de la persona en muchos lugares laborales no toman en cuenta la dignidad de las personas".

Al concluir la celebración religiosa que marcó su regreso de El Vaticano, a donde acudió por el funeral del papa Francisco, precisó que las negociaciones salariales entre sindicatos y  empresas o entre trabajadores y dueños de empresas no se trata solamente de realizar una acción para obtener una remuneración económica, porque en ese proceso se debe respetar la dignidad de las personas.

"Se trata de la dignidad de toda la persona, por eso se tienen que cuidar todos los aspectos que como seres humanos circundan a la persona; no basta el salario para decir que se tiene un buen trabajo, hay más elementos que tienen que sumar al crecimiento y al desarrollo de la persona como ser individual, pero también en sus contextos del cómo desarrollan su vida".

Martínez Castillo pidió a los propietarios de empresas, generar las condiciones necesarias, para que sus trabajadores vivan de acuerdo a la dignidad de hijos de Dios.