En menos de un año, dos personas han perdido la vida en eventos deportivos celebrados en el municipio de San Andrés Cholula, presuntamente por falta de atención médica oportuna. Los casos han generado indignación entre asistentes y familiares y han puesto bajo la lupa los protocolos de emergencia implementados en este tipo de actividades.
El caso más reciente ocurrió el pasado viernes 2 de mayo, durante los Cholula Games, una competencia nacional de CrossFit realizada en el Parque Intermunicipal. Laura Nayeli Hernández Clemente, de 24 años, estudiante de Terapia Física y Rehabilitación en la Universidad Anáhuac Veracruz, sufrió un paro cardiorrespiratorio durante la competencia.
Aunque fue auxiliada inicialmente por una médica que se encontraba entre el público, la atención por parte de los servicios médicos del evento fue calificada por testigos como tardía y deficiente. La joven fue trasladada al IMSS del municipio para después llevarla a un hospital privado, donde falleció el sábado 03 de mayo.
Meses antes, el 23 de marzo, el corredor Alejandro Bonilla Lozzeery, de 68 años de edad, también perdió la vida tras participar en el Medio Maratón Equinoccio 2025. Bonilla colapsó a menos de 100 metros de la meta. Una corredora intentó reanimarlo mientras esperaban asistencia médica, la cual, de acuerdo con testigos, tardó cerca de 30 minutos en llegar. Fue trasladado al Hospital Ángeles, donde se confirmó su fallecimiento.
En ambos casos, las autoridades municipales aseguraron que se activaron los protocolos correspondientes. Sin embargo, los relatos de los asistentes y las denuncias en redes sociales señalan una posible falta de preparación ante emergencias médicas en eventos masivos.
La alcaldesa de San Andrés Cholula, Guadalupe Cuautle, defendió la actuación del personal en el caso más reciente, asegurando que se brindó atención inmediata y que se está en contacto con la familia de la víctima. Por su parte, la Asociación Poblana de Atletismo (APA) informó que, tras el fallecimiento del corredor Bonilla, se analizan nuevas medidas como la solicitud de certificados médicos recientes para los participantes.
Aunque las investigaciones continúan y no se ha confirmado una responsabilidad directa por negligencia, la repetición de incidentes mortales en contextos similares ha encendido las alertas. La comunidad deportiva, así como familiares de las víctimas, han llamado a una revisión urgente de los protocolos de seguridad, la capacitación del personal médico y la infraestructura disponible para atender emergencias en eventos de alto rendimiento.