Tras el proceso electoral para elegir consejeros en Morena, resulta evidente que hay una ruptura, que puede extenderse rumbo al 2024, año de elecciones presidenciales.
Así lo aseguró el analista político de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), Paulino Arellanes Jiménez, “en el caso de Morena, los liderazgos tienen que ser muy sensatos a niveles estatal y nacional”, si quieren evitar una ruptura.
Recordó que Morena, es producto de un movimiento social y tendrían que llegar a acuerdos sensatos para evitar las divisiones, porque de otra manera existe el riesgo que lleguen divididos al 2024.
Ante eso, dijo, siempre en la política es la lucha por el poder a diferentes niveles, grados e intereses, grupos y partidos, que son acomodaticios y oportunistas.
Por eso, cuando la democracia empieza a dejar huecos o vacíos de poder, de inmediato tratan de ser ocupados por los grupos cuyos intereses están materializados por razones financieras, comerciales o políticas, lo que ahora mismo sucede en Morena.
“Ese es el problema que va a tener Morena mientras no se consolide como un partido homogéneo en sus principales figuras, liderazgos o grupos, pero al menos que hubiese una coincidencia ideológica y de principios, eso siempre va a suceder”.
El politólogo de la máxima casa de estudios del estado de Puebla dijo que, Morena no es un movimiento ni un partido jurista, más bien, se formó como parte del transfuguismo político de otros partidos, con priistas, perredistas y panistas.
Todo eso, recordó, “lo vivimos en el caso de la anterior presidencia municipal, en que en las regidurías habían de varios partidos, lo que obstaculizaba la acción ejecutiva de la presidencia municipal”.
Hay luchas internas, porque hay intereses partidistas al interior del movimiento Morena, de ocupar puestos, de mantenerse dentro de la política, de lograr que se les tome en cuenta para los siguientes cargos de gobierno, ya sea en la administración pública o en el partido.
“Esto va de la mano con algo que no se ha subsanado en la política y en la administración pública del país, en sus ámbitos federal, estatal y municipal, que es el servicio profesional de carrera, cuando esto sea aceptado normativamente y en su aplicación, podrán moverse”.
El académico de la BUAP, recordó que, eso lo vivimos con el PRD con las famosas tribus, en el PAN con las corrientes conservadoras, pragmáticas y doctrinarias, en el PRI con la corriente ortodoxa y tradicional, la modernista y la acomodaticia que se presenta.
En Morena no es la excepción que ahora se empiecen a dar estas luchas al interior para ver quien queda al frente y qué puestos logran obtener.
Desde el punto de vista ideológico, en el transfuguismo político que existe en Morena, se pierde toda ideología, “el PRI, el PRD y el PAN tenían su ideología, pero en el transfuguismo, que pasan de un partido a otro, pierden toda ideología, pero no de la noche a la mañana van a comulgar con los principios, la ideología o los principios de Morena”.
En tiempo de crisis, dijo Arellanes Jiménez, piden que las aguas políticas se encausaran de manera adecuada en beneficio de la sociedad, que sufre problemas de desabasto, de precios, de salarios de hambre, crisis alimentaria, que al menos políticamente trabajen y no abusen a través del clientelismo político.