El reconocido fotógrafo brasileño Sebastião Salgado falleció este viernes a los 81 años, según confirmó una fuente cercana a su familia. Con su icónico estilo en blanco y negro, Salgado transformó el fotoperiodismo global al documentar con fuerza, lirismo y compasión la vida de los marginados, los trabajadores, los migrantes y los pueblos indígenas.
Nacido en 1944 en Conceição do Capim, Minas Gerais, Salgado comenzó su carrera como economista antes de dedicarse por completo a la fotografía. Fue testigo de conflictos y catástrofes en África, Asia y América Latina, pero también de la esperanza y la resistencia humana. En 1986 publicó Outras Américas, su primer libro, y más tarde obras fundamentales como Obreros, Éxodo, Génesis y Amazonia.
Junto a su esposa y colaboradora de vida, Lélia Wanick Salgado, fundó el Instituto Terra, un proyecto de restauración ambiental en Brasil que regeneró miles de hectáreas de selva. Su legado no solo está en sus imágenes, sino en su compromiso con la justicia social y ecológica.
El Instituto Terra lo despidió así: “Sebastião fue mucho más que uno de los mayores fotógrafos de nuestro tiempo. Su vida fue el poder de la acción transformadora”.
Su obra, reconocida con los más prestigiosos premios del mundo, permanecerá como testimonio de una mirada que no solo observó el dolor del mundo, sino que luchó por transformarlo.