La Feria de Puebla 2025, que arranca este 24 de abril, no es solo una celebración; es un termómetro político y social que define el pulso de la entidad.

En su edición actual, el evento trasciende los juegos mecánicos y el Teatro del Pueblo para convertirse en una vitrina donde el gobierno de Alejandro Armenta proyecta poder, cohesión y compromiso.

Incluso ya hay quien la califica como “la mejor de la historia”, con artistas como Maroon 5 y una entrada de 50 pesos que democratiza el acceso.

Socialmente, la feria es un crisol: une a familias, exalta la identidad poblana con artesanías de Cuetzalan o talavera de Tecali, y genera una derrama económica de 900 millones de pesos, según datos de 2024.

Políticamente, es un escaparate.

Armenta, en sus primeros 131 días, busca en la feria para consolidar su liderazgo, promoviendo turismo y orgullo local y posicionar a Puebla como referente nacional.

Pero el verdadero desafío es la seguridad.

Tras el hallazgo de cuerpos cerca de Los Fuertes, el gobierno desplegó mil 400 elementos, drones y helicópteros.

Incluso, el presidente municipal Pepe Chedraui, refuerza con 600 policías.

El operativo busca disipar el temor social.

La feria no solo celebra; prueba que Puebla puede ser segura y vibrante.

Tiempo al tiempo.

Lupita Cuautle: tiempo de mujeres

Lupita Cuautle presentó su informe de actividades en San Andrés Cholula, y no pasó desapercibido.

Su Plan Municipal 2024-2027 brilla por su visión sustentable y de género.

Apenas con meses en el cargo, su presencia en foros como el Congreso de la Unión y la Cumbre Hábitat 2025 ya la proyecta como un activo clave del PAN en Puebla.

Cuautle no solo administra; construye.

Su agenda de seguridad, con detenciones y dignificación policial, y su combate al crecimiento inmobiliario desordenado muestran músculo político.

Así crece un faro de liderazgo de la oposición.

Su imagen figura más allá de San Andrés, con un estilo que combina cercanía y estrategia.

Ojo, no es solo una alcaldesa más, sino que pareciera ser un proyecto a largo plazo.

Sobre todo en tiempos de mujeres.

Tiempo al tiempo.