Pobres de tres de los cuatro aspirantes a las presidencia municipal de Puebla por el grupo morenovallista, y es que su jefe, patrón o como le llamen al gobernador del estado, le confió la operación de sus respectivas imágenes —con el fin de posicionarse rumbo al 2013— al director de Comunicación Social, Sergio Ramírez Robles.
Estos tres “pobres” personajes “que ya besó el diablo” son Jorge Aguilar Chedraui, secretario de Salud; Amy Camacho, secretaria de Sustentabilidad y Antonio Gali Fayad, secretario de Infraestructura.
El único hombre que tuvo la visión para decir mejor “zafo” es el secretario general de Gobierno, Fernando Manzanilla Prieto, quien tiene a sus propios operadores mediáticos y quien, sin duda, ha obtenidos los mejores resultados.
Y es que desde Casa Puebla se dio la orden de publicitar a Aguilar Chedraui, Gali y Camacho, con el fin de posicionarlos de mejor forma rumbo al próximo año, ya que el morenovallismo realmente no tiene “galgos” para entrar fuerte en la lucha por ganar el Congreso y la presidencia municipal de Puebla, los cuales durarán —como ya se ha reiterado— 4 años y 9 meses, y 4 años y 8 meses respectivamente. Ramírez Robles comenzó a operar diversas entrevistas en medios de comunicación cómodos a los elegidos del gobernador, pero con mínimos resultados.
Y es que contrario a lo que el morenovallismo cree, sus medios no tienen penetración mucho menos credibilidad, su trabajo a duras penas le ha dado 16 por ciento de conocimiento a Aguilar Chedraui, el más activo, pero a la vez el más medroso, quien incluso hasta piensa en bajarse de la contienda, luego de que han sido ventilados algunos asuntos interesantes de la dependencia que encabeza. Y es que el operador elegido para “elevar” el posicionamiento de este trío y sus aliados mediáticos les resta más de lo que les puede aportar y si no, al tiempo.
Hábilmente el secretario de Gobierno, Fernando Manzanilla Prieto, se ha mantenido al margen y ha realizado su propio esfuerzo a través de sus operadores, lo cual ha brindado mejores resultados en busca de obtener el posicionamiento que le permita perfilarse como la mejor opción dentro de la baraja del morenovallismo.
Del crecimiento de López Obrador
Hay muchos motivos para explicar el crecimiento en las simpatías de Andrés Manuel López Obrador en Puebla y, por increíble que parezca, una de las más fuertes estriba en la desigualdad que hoy prevalece en Puebla. Mucha gente está desilusionada porque el cambio que se prometió en 2010 simplemente no llegó.
La gente no identifica las grandes obras del morenovallismo, en cambio resiente el derroche gubernamental en festejos como el del 5 de mayo donde gastaron millones de pesos o los 500 mil pesos que gastaron en traer el programa Hoy de Televisa a Puebla.
Eso ha enfurecido a muchos poblanos que hoy ven en Andrés Manuel López Obrador como la esperanza de que realmente cambien las formas y los medios de hacer política. El crecimiento electoral de López Obrador en Puebla refleja en mucho el hartazgo de los gobiernos del PRI y la desilusión que ha provocado un gobierno al cual se identifica con Acción Nacional, de ahí que hoy el tabasqueño en Puebla sea quien encabece las preferencias.
Arrubarrena, a escena
El delgado de la Conducef en Puebla, Bernardo Arrubarrena, podría volver pronto a la política y es que el funcionario federal es visto como uno de los posibles aspirantes a relevar en octubre a Juan Carlos Mondragón Quintana. Arrubarrena logra sumar a su favor tanto a los duros como a los moderados dentro del panismo tradicional del PAN, partido que debe evaluar muy bien cuál será su futuro, una vez que termine la actual contienda electoral.
Bernardo es factor de unidad al interior del PAN y cuenta con la experiencia necesaria, como lo demostró cuando estuvo al frente del Comité Municipal del albiazul en Puebla capital.
Ya los besó el diablo

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