Ante el creciente interés que ha generado la presencia de un curandero en el Centro Histórico de Puebla, identificado como Mircea Gabriel, quien realiza prácticas de sanación en la vía pública, el Gobierno del Estado, a través de la Secretaría de Salud, exhortó a la ciudadanía a no sustituir la atención médica profesional por métodos alternativos que carecen de respaldo científico.

A través de un comunicado oficial, la dependencia aclaró que no tiene facultades para regular las actividades que no se llevan a cabo en establecimientos debidamente constituidos. Indicó que, de acuerdo con el catálogo de actividades económicas vigente, servicios como los que ofrecen fisioterapeutas, quiroprácticos o masajistas deben realizarse exclusivamente en lugares con aviso de funcionamiento registrado bajo la clave SCIAN 621397.

Asimismo, puntualizó que cuando estas prácticas se ejercen en la vía pública —como es el caso del curandero Mircea Gabriel— la regulación de dichas actividades recae en las autoridades municipales, en el marco de sus atribuciones relacionadas con el comercio informal y el uso del espacio público.

La Secretaría de Salud enfatizó que prácticas energéticas o de sanación alternativa, como las reportadas recientemente, “no cuentan con respaldo científico y no deben considerarse sustitutos de la atención médica profesional”. Subrayó además la importancia de acudir con personal médico certificado y en espacios adecuados para garantizar diagnósticos precisos y tratamientos seguros.

El Gobierno del Estado reiteró su compromiso con la protección a la salud pública, la promoción de la medicina basada en evidencia científica y el respeto a las competencias de cada autoridad en sus distintos niveles.

La presencia de Mircea Gabriel ha despertado tanto curiosidad como polémica entre poblanos y turistas que lo han observado realizar sesiones de sanación en plena vía pública. Sin embargo, el exhorto de la autoridad estatal es claro: este tipo de prácticas, aunque llamativas, no reemplazan el tratamiento médico profesional y podrían representar riesgos si se dejan de lado los canales formales de atención sanitaria.