Seis defunciones por posible dengue en el estado de Puebla se encuentran actualmente en estudio por parte del Comité Nacional para la Vigilancia Epidemiológica.

Este dato es especialmente relevante si se considera que, hasta la fecha, en el estado se han confirmado oficialmente 29 casos positivos de dengue, una cifra que, aunque menor en comparación con entidades como Jalisco o Guerrero, no deja de ser preocupante por el contexto de letalidad potencial.

De acuerdo con los datos más recientes de la Secretaría de Salud federal, el panorama nacional contabiliza 2 mil 908 casos confirmados y más de 7 mil 500 estimados en lo que va del 2025.

El 59 por ciento de los contagios se concentra en cinco entidades: Jalisco, Veracruz, Guerrero, Tamaulipas y Michoacán. En ese mapa, Puebla parece un foco secundario, pero la investigación de seis muertes podría cambiar la percepción de riesgo.

En lo local, los municipios del sur del estado y la región de la Mixteca concentran la mayor parte de los contagios. Izúcar de Matamoros encabeza la lista con al menos diez casos confirmados, según autoridades municipales.

En Jolalpan, también en la Mixteca, se reportó el fallecimiento de una adolescente de 14 años por dengue hemorrágico, convirtiéndose en la primera víctima mortal en esa zona este año, aunque el caso aún se encuentra en revisión oficial.

Chila de la Sal, Cuayuca de Andrade, Ixcamilpa de Guerrero y Tecomatlán también figuran entre los municipios con casos activos.

Estas localidades comparten características que favorecen la proliferación del mosquito Aedes aegypti: clima cálido, alta humedad y falta de infraestructura adecuada para el manejo de residuos y agua estancada.

Frente a este escenario, la Secretaría de Salud del estado reactivó el Comité Estatal Interinstitucional de Lucha contra el Dengue y ha reforzado las capacitaciones al personal médico, tanto en primer como en segundo nivel de atención.

Las acciones incluyen nebulizaciones, campañas de descacharrización y visitas domiciliarias para orientar a la población sobre medidas preventivas.

Pese a que la incidencia en Puebla es baja en comparación con otros años —un 32 por ciento menos respecto al primer trimestre de 2024—, la preocupación recae en que la letalidad podría estar adelantándose al repunte de casos. Por ello, la autoridad sanitaria estatal insiste en no bajar la guardia.

Eliminar criaderos, usar repelente, colocar mosquiteros y acudir al médico ante síntomas como fiebre persistente, dolores musculares intensos o sarpullido, son recomendaciones que, más que sugerencias, se han vuelto urgencias para frenar una posible expansión silenciosa del dengue en Puebla.