Esto después de que la presidente del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos) en México, Olga Orive Belinguer, señaló que Puebla está en riesgo de perder esta categoría de “Patrimonio Mundial” debido a la política agresiva de transformar el entorno del centro histórico con la “modernidad” sin la planeación adecuada.

En esta situación se encuentran la capital poblana y las ciudades de Campeche, Guanajuato, Tlacotalpan, Zacatecas, Nayarit y México, que cuentan con esa misma categoría concedida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

En el caso de Puebla, el funcionario municipal aseguró que no hay ningún riesgo en perder esta denominación, pues se han hecho esfuerzos importantes en inversión y planeación para revivir el centro histórico de la capital.

Indicó que este supuesto riesgo de que Puebla pueda dejar de ser ciudad patrimonio se ha manejado sin ningún sustento desde hace 40 años sin ninguna base para que así sea en la capital.

“Hay algunas personas que pretenden que a los centros históricos no se les toque, sino más bien que se les ponga un capelo como a las viejas iglesias sin darse cuenta que por dentro se está pudriendo el centro histórico por falta de inversión”.

Olmos Pineda recalcó que las obras de dignificación del primer cuadro de la ciudad, las actividades culturales y el constante rescate de inmuebles que han sido abandonados para ser habilitados como hoteles, restaurantes y viviendas han logrado revivir las actividades de esta zona de la ciudad.

“Lo mismo vengo escuchando desde hace 40 años y Puebla no ha perdido esta denominación porque se han hecho esfuerzos en aplicar inversión pública y de gobiernos para su rescate”.

El director del Implan aseveró que aún cuando falta mucho qué hacer en nuevas formas de gestión en el primer cuadro de la ciudad en cuanto a la inversión de rescate de inmuebles la dignificación va por buen camino.

De hecho aclaró que ha sido el propio personal de la Unesco lasque han supervisado las obras realizadas en el centro histórico y la zona de los Fuertes de Loreto y Guadalupe para la protección del patrimonio, mismos que se han hecho respetando y preservando el patrimonio edificado.

Incluso, puso como ejemplo la suspensión de las obras del Teleférico, mismo que se realizó por afectar al patrimonio de la capital pero que no se logró consolidar por esta supervisión estricta de las acciones.

Aseguró que el freno que se puso a la edificación del teleférico es una muestra de que se ha hecho valer el respeto al patrimonio edificado de la ciudad y que al final se está haciendo el esfuerzo para mantenerlo dentro de las normas establecidas por la Unesco.

Por lo tanto, criticó aquellas posturas en las que se critican sin fundamentos las acciones de rescate hechas en el centro histórico con el afán de impedir inversiones que reactiven su actividad.