El papa León XIV presidió este domingo una multitudinaria misa en la Plaza de San Pedro, en el marco del Jubileo dedicado a las familias, los niños, los abuelos y los ancianos.
Ante miles de fieles provenientes de 131 países, el pontífice reafirmó la visión de la Iglesia sobre el matrimonio como una unión entre hombre y mujer, y criticó el uso de la libertad para justificar actos que atentan contra la vida.
"El matrimonio no es un ideal, sino el modelo del verdadero amor entre el hombre y la mujer: amor total, fiel y fecundo", expresó León XIV, citando la encíclica Humanae Vitae de 1968.
Destacó que las familias son el fundamento del futuro de los pueblos y pidió a los esposos ser ejemplos de coherencia y amor que educa en libertad.
El papa lamentó que "a veces esta humanidad se ve traicionada" cuando se invoca la libertad "no para dar vida, sino para quitarla; no para proteger, sino para herir".
Aunque no mencionó conflictos específicos, sus palabras fueron interpretadas como una crítica a las guerras en curso, como las de Gaza y Ucrania.
Durante la homilía, León XIV recordó a matrimonios canonizados que vivieron su fe con compromiso, como los padres de Santa Teresa del Niño Jesús, Luis y Celia Martin, y la familia polaca de los Ulma, asesinados por proteger a judíos durante la Segunda Guerra Mundial.
"La Iglesia nos dice que el mundo de hoy necesita la alianza conyugal para conocer y acoger el amor de Dios , y para superar las fuerzas que destruyen las relaciones y las sociedades", afirmó.
Antes de la misa, el pontífice recorrió la plaza en el papamóvil, bendiciendo a niños y saludando a los fieles. Al finalizar, rezó el Regina Caeli y pidió la intercesión de la Virgen por las familias que sufren a causa de la guerra en Medio Oriente, Ucrania y otras partes del mundo.