El Gobierno del Reino Unido anunció este martes la suspensión de sus negociaciones comerciales con Israel, así como nuevas sanciones dirigidas a personas y organizaciones relacionadas con asentamientos en Cisjordania, en respuesta a la escalada militar israelí en Gaza y al bloqueo de ayuda humanitaria.

El primer ministro británico, Keir Starmer, se declaró “horrorizado” por la situación, mientras que el ministro de Exteriores, David Lammy, calificó las acciones del gobierno de Benjamin Netanyahu como “indefendibles” y moralmente inaceptables. “Negar comida a niños hambrientos es terrible”, dijo ante la Cámara de los Comunes, en alusión al bloqueo impuesto por Israel.

Las sanciones británicas incluyen la congelación de activos y restricciones de viaje para tres personas —entre ellas la líder extremista Daniella Weiss—, dos organizaciones y tres comunidades en Cisjordania. Además, se confirmó la suspensión de exportaciones de armas al Estado israelí.

El Reino Unido firmó junto a Francia y Canadá una declaración conjunta en la que exige el cese inmediato de la ofensiva en Gaza y la entrada sin restricciones de ayuda humanitaria. El texto también condena el lenguaje “abominable” de miembros del gobierno israelí y advierte sobre posibles violaciones al Derecho internacional humanitario.

En respuesta, Israel acusó al Reino Unido de actuar por “consideraciones políticas domésticas” y aseguró que no cederá ante presiones externas.