El gobierno de Estados Unidos ha detectado una nueva organización criminal dedicada al tráfico de crudo robado en México, que termina en suelo estadounidense, en colaboración con varios cárteles mexicanos.

Esta operación ilícita está causando pérdidas millonarias en impuestos y ganancias tanto al gobierno mexicano como a empresas estadounidenses.

Según un informe de la Administración para el Control de Drogas (DEA), esta organización criminal transnacional (TCO) mexicana se dedica al tráfico de metanfetamina y heroína, así como al mercado negro de crudo y gas a través de la frontera entre México y Texas. 

La DEA ha identificado que esta organización opera en colaboración con múltiples liderazgos del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el Cártel de Sinaloa, La Familia Michoacana y el Cártel del Golfo.

"Esta investigación ha descubierto que las Organizaciones Criminales Transnacionales están obteniendo o robando, y después traficando, crudo de Pemex hacia Estados Unidos para su venta a empresas estadounidenses de crudo y gas, en un sofisticado esquema de lavado de dinero a partir del comercio", detalla el informe. 

Se estima que México está perdiendo decenas de miles de millones de pesos en impuestos anualmente, y de forma simultánea, esto cuesta a empresas de crudo estadounidenses miles de millones de dólares anualmente debido a una caída en las importaciones y exportaciones de petróleo durante el mismo periodo.

Como parte de las investigaciones, el 10 de septiembre de 2024, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, junto con la DEA, sancionó a nueve mexicanos y 26 empresas involucradas en el robo de combustible, incluyendo a un líder regional y fundador del Cártel Jalisco. 

El enfoque ahora será hacia las compañías estadounidenses y miembros involucrados en facilitar esta operación ilícita de tráfico de petróleo mexicano, concluye la DEA. 

La familia Jensen ha sido el primer objetivo que ha caído en las manos de las autoridades estadounidenses por este esquema. James L. Jensen y Kelly Anne Jensen, esposos, junto con sus hijos Maxwell y Zachary Jensen, son acusados por contrabandear petróleo que robaron grupos criminales en México para venderlo a clientes en Estados Unidos. 

La fiscalía estadounidense asegura que, solo entre mayo de 2022 y marzo de 2025, habrían logrado cruzar a Estados Unidos unos 300 millones de dólares de crudo desde México bajo declaraciones falsas, asegurando que se trataba de aceites lubricantes o destilados de petróleo, y lograron lavar al menos 47 millones de dólares a favor de los cárteles mexicanos. 

Este descubrimiento subraya la creciente diversificación de las actividades delictivas de los cárteles mexicanos, quienes ven en el robo y tráfico de hidrocarburos una fuente lucrativa de ingresos, además del narcotráfico.

Con información de Milenio.