Virginia Giuffre, una de las principales denunciantes de los abusos sexuales de Jeffrey Epstein y quién también acusó al príncipe Andrés y otros hombres influyentes que participaron en esta red, murió por suicidio a los 41 años.
Familiares conformaron el deceso de Giuffre, acaecido en una granja de la ciudad de Neergabby, en Australia, donde residía desde hace años.
"Con el corazón profundamente roto, anunciamos la muerte de Virginia en su granja en Australia Occidental… se suicidó tras haber sido víctima de abuso sexual y trata de personas durante toda su vida", agregó.
La activista con doble nacionalidad estadounidense y australiana "fue una guerrera incansable en la lucha contra el abuso sexual y la trata de personas. Fue la luz que animó a tantos sobrevivientes", según el texto.
"Al final, el costo del abuso es tan alto que para Virginia se volvió insoportable", concluye.
Giuffre fue reclutada por a Ghislaine Maxwell en 1999 como masajista para Epstein, siendo sometida a abuso sexual y tráfico en su entorno durante varios años, cuando tenía entre 17 y 18 años.
Bajo el seudónimo de "Jane Doe 102", en mayo de 2009 presentó una demanda civil en la que acusaba a Epstein y a Ghislaine Maxwell de haberla reclutado y explotado sexualmente cuando era menor de edad.
Maxwell fue condenada a 20 años de prisión en EEUU por su participación en el tráfico y abuso de Epstein, mientras que el magnate se suicidó en agosto de 2019 en una celda mientras estaba a la espera de juicio por tráfico sexual.
Anteriormente, fue condenado en 2008 por solicitar servicios de prostitución a una menor.
Esta fue una de las numerosas demandas civiles presentadas por víctimas de Epstein, muchas de las cuales se resolvieron mediante acuerdos extrajudiciales por importes no revelados.
En enero de 2022, documentos judiciales revelaron que Giuffre recibió US$500.000 como parte de su acuerdo con Epstein.
La activista también presentó una demanda contra el príncipe Andrés de Inglaterra, que se resolvió en 2022 con un acuerdo económico.