El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha expresado su apoyo a la propuesta de un alto al fuego de 30 días en Ucrania, presentada por Estados Unidos. Sin embargo, ha enfatizado que cualquier cese de hostilidades debe conducir a una paz duradera y abordar las causas fundamentales del conflicto.

Durante una comparecencia conjunta con el presidente de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko, Putin planteó dudas sobre la viabilidad y los detalles de la tregua, subrayando la necesidad de dialogar directamente con Estados Unidos para resolver estos asuntos.

El Kremlin ha reiterado que busca un "arreglo pacífico duradero" en lugar de una tregua temporal que solo otorgaría un respiro al ejército ucraniano. Yuri Ushakov, asesor internacional del Kremlin, destacó la importancia de considerar los intereses legítimos de Rusia y rechazó la idea de desplegar tropas de paz en Ucrania, calificándola de inaceptable y como una implicación directa en el conflicto.

Por su parte, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha aceptado previamente la propuesta de tregua, aunque no se han detallado públicamente las condiciones específicas de este acuerdo.

La comunidad internacional observa con cautela el desarrollo de estas negociaciones, esperando que las partes involucradas puedan alcanzar un acuerdo que ponga fin al conflicto y establezca una paz sostenible en la región.