Más del 60% de los trabajadores formales en México laboran más de 40 horas semanales, por lo que una eventual reforma para reducir la jornada tendría un impacto económico significativo para las empresas, advirtió el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

Según el organismo, las compañías enfrentarían un aumento en sus costos laborales de entre 22% y 36%, dependiendo de cómo decidan ajustarse: ya sea mediante el pago de horas extra, reestructuración de contratos o nuevas contrataciones. Las más afectadas serían las pequeñas y medianas empresas (PyMes), señaló el CEESP en su análisis semanal.

La advertencia llega en medio de un entorno económico complicado. El centro criticó que el Gobierno federal no ha cumplido su papel de generar condiciones propicias para los negocios, lo que aumenta la incertidumbre y desincentiva la inversión. “Las autoridades han sido renuentes a reconocer el deterioro en las condiciones económicas”, alertó.

El CEESP también subrayó que el costo de contratación ya se ha visto presionado por medidas como el aumento al salario mínimo y las vacaciones extendidas. Además, lamentó que la productividad permanezca estancada y que factores como la corrupción, la inseguridad y el debilitamiento de organismos autónomos impidan mejorar la competitividad nacional.

“El gobierno no genera empleos, pero sí tiene la obligación de propiciar un ambiente donde las empresas puedan crearlos”, sentenció el organismo, tras advertir que restringir las horas de trabajo sin resolver los problemas estructurales del país podría incentivar aún más la informalidad.