Mercedes-Benz anunció que trasladará la producción de un nuevo modelo a su planta en Tuscaloosa, Alabama, para 2027, en respuesta a los aranceles del 25% impuestos por el presidente Donald Trump sobre vehículos importados.

Aunque la empresa no especificó el modelo, se especula que podría tratarse del SUV GLC, su importación más popular en EE.UU., con 64,163 unidades vendidas el año pasado.​

La decisión busca reducir los costos adicionales derivados de los aranceles y mantener la competitividad en el mercado estadounidense.

Además, Mercedes-Benz considera retirar sus modelos más económicos del país, ya que las tarifas podrían hacer que sus ventas sean económicamente inviables.

La planta de Tuscaloosa, que emplea a más de 11,000 personas y trabaja con unos 400 proveedores locales, ya produce modelos como el GLE, GLS y varios SUV eléctricos para mercados globales.

Este movimiento se enmarca en una tendencia más amplia de fabricantes de automóviles que ajustan sus operaciones debido a las políticas comerciales de la administración Trump.

General Motors y Stellantis han retirado sus previsiones financieras para el año, citando la incertidumbre provocada por los aranceles.

Aunque la Casa Blanca ha ofrecido algunas exenciones y reembolsos para aliviar el impacto de los aranceles, las medidas no han sido suficientes para disipar la incertidumbre en la industria automotriz.​