"En el tiempo que va de la pandemia provocada por la Covid-19, en Puebla, se vulneró el derecho de los niños de la calle y cruceros a ser escuchados".
Así lo aseguró el encargado del área de Orientación Jurídica y Social del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría de la IBERO Puebla, Roberto Rosete Guzmán, dijo que, en tiempos de pandemia, las alternativas para su atención se vieron reducidas.
“Con la pandemia las alternativas se reducen, pero se pueden encontrar otras vías para escucharles y tomar en cuenta lo que dicen, pero que realmente se consideren sus opiniones y demandas”.
Señaló que dentro de los foros solamente se les escucha sin que se identifique si las autoridades e instituciones toman en cuenta esas opiniones para las políticas públicas, y acciones respecto de las que hablan los niños y adolescentes.
Por eso, afirmó, el protocolo es necesario que lo sepan los involucrados, además de las organizaciones que abordan el tema y trabajan con ellos.
Rosete Guzmán, dijo que la situación actual de niños de la calle en Puebla, desde la visión jurídico política, políticas públicas, leyes y protocolos, todavía no está terminada de aterrizar.
Hay ejemplos cercanos de tomar como referencia para seguir en la visión de los derechos humanos de niños y adolescentes, “hay material del que pueden echar mano”, para darles atención integral.
El Sistema de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINA) y otras instituciones, son la base de las observaciones generales emitidas por el comité sobre derechos de niños, niñas y adolescentes de la ONU y a nivel interamericano realiza los informes al respecto.
"Entonces hay mucho material del que echar mano, por ejemplo, también destaca la última edición del Sistema Integral para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes".
Recordó que el pasado 12 de junio se presentó el protocolo de intervención institucional para niños y adolescentes en situación de calle y cruceros de Puebla, sin embargo, se observaron algunos inconvenientes, no en el protocolo sino en su publicación.
El encargado del área de Orientación Jurídica y Social del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría de la IBERO Puebla, señaló los dos enfoques más representativos de atenderlos.
"Antes se tenía un tutelar en que la niñez eran llamados menores en situación de abandono, en situación de riesgo, se consideraban personas física, social y mentalmente menores y a partir de ahí se justificaba la intervención estatal o asistencial".
Lo anterior, significa que es intervención a corto plazo sin tomar en cuenta el contexto, incluso la voluntad de los niños.
"Esto se despliega a través del DIF municipal y estatal, se ven como beneficiarios de una obra de caridad, por instituciones del estado y del sector social", finalizó.